«Donde hay amor, hay vida»

Perfecta la fecha para que hablemos de AMOR, amor que repare y regenere, que complemente y agrande la vida. No de estos que permitimos ahora, que requiere un sacrificio diario como si de una ofrenda ancestral se tratase. 

Foto: Uriel Mont

Es curioso que, si analizamos cada dimensión del amor, cuando es bienestar y divertimento, todo «ok». El amor a tu mascota, a tus hijos, a tus primos, o a unas zapas de las que llevas enamorad@ años. Sin embargo, al pensar en pareja (en el formato que sea, con libertad de unión siempre) permitimos sostener un malestar, un sufrimiento en el espacio y el tiempo, que le exime de toda su esencia. Una auténtica lucha de titanes, que se aleja mucho del significado de Amor. Es decir, «Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa, a la que se le desea todo lo bueno», «Gusto, esmero y cuidado, cuando se hace algo». 

¡Señor@s! Cuando tu día a día es una pelea continua  por forzar algo que no fluye, cuando el esmero y el cuidado se perdieron en el camino hace mucho, lo que mantienes, NO ES AMOR. Podríamos llamarlo, obsesión, dependencia emocional, o lo que más se acerca, un miedo descontrolado e irracional a la soledad que te nubla la razón, e impide la creación de pensamientos sanos y racionales, que determinen de buena manera tus movimientos. 

Lógicamente no defiendo un amor perfecto, de hecho no creo que exista, ya que la imperfección es lo que hace más bello al ser humano. Sin embargo, creo en un amor natural, con sacrificios puntuales, que se sabe adaptar y que comparte, pero que no olvida que lo más importante de todo es la individualidad que cada uno desprende, una libertad e intimidad que es suya, y que, libre de miedos, deciden compartir. 

Hace poco, me preguntaron qué consideraba importante para que una relación funcionase y que mantuviese una salud mental que perdurara en el tiempo. La verdad que no me costó encontrar claves: 

1. Aprender de, y admirar, alguna faceta de tu pareja.

2. Respeto y confianza mutua, manteniendo una intimidad independiente. 
Estar en pareja no significa que todo tu interior debe compartirse. No olvidaros que la intimidad de cada un@ es un tesoro y debemos cuidarlo; comparte, si, pero cuida lo tuyo. 

3. Elegir libremente, no por necesidad. 
Cuando te desenvuelves sol@ por el mundo, siendo y creyéndote valid@, estarás preparad@ para iniciar una relación, disfruta y ama tu soledad, y elige después con quien compartirla, sin necesidad. 

4. Aprendizaje, complementación y disfrute sexual. 
No hay medida, no hay formato objetivamente correcto, la vida sexual de cada pareja es totalmente subjetiva y abierta a cada un@. El único requisito indispensable es que estéis satisfech@s, y si no es así, superarlo junt@s y ponerle solución. 

5. Querer compartir tiempo y espacio, así como querer mantener tu independencia. 
Los extremos nunca fueron buenos, no olvides tus círculos, no enfoques en exceso. Notar tu libertad te une a tu pareja, el espacio y la ausencia puntual, provoca hilos tensores emocionales que os acercan y atraen. 

6. Hace de tu felicidad, más felicidad. (Jamás olvidéis que la felicidad ya la debéis tener sol@s). 
Tú pareja debe saber ayudar a que apacigües tus tristezas e inquietudes. 

7. Solucionáis junt@s los problemas, y también por separado. 
Pues sí, creo en el amor, soy de esas románticas que apuestan por un amor sano, que no plano, que compartir. Y adaptarte hace que evoluciones, que crezcas, que te engrandezcas, que sepas medirte, pensar en el otro pero, ¡ojo!, difícilmente podrás desarrollar una relación que te aporte bienestar si no te conoces, te aceptas, y quieres cómo debes.
Las relaciones no se mantienen solas, requieren esfuerzo. Si dejamos que se aplanen nos aplanaremos y, sobre todo, cuanta más distancia vas poniendo por no enfrentar,  más se va alejando el barco. 

“Al fin y al cabo, la relación de amor más importante que tienes entre manos, es la que desarrollas contigo mism@”. 

Cuidado con el dolor mal gestionado que te hace olvidar quien eres. Un amor sano se establece cuando la ausencia de éste no supone una pérdida de  identidad

El amor tiene varias caras y formas, y hay un amplio abanico de posibilidades. Disfruta de ti y disfrutarás del otro. Y recuerda que, siempre, cuanto MÁS AMOR DAS, MEJOR ESTÁS. 

NJOY Love!

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