Transformar los límites en muestras de amor.
La importancia de limitar para parcelar relaciones, el demostrar disconformidad por amor al otro. Decir no, es muestra de amor, debemos desligar el desapego del desamor.
Establecer límites lleva años relacionándose con falta de afecto, con cierto egoísmo, falta de aprecio, falta de entrega; sin darnos cuenta de la importancia de estos límites para el buen desarrollo de las relaciones humanas.
Curiosamente, las relaciones estables se caracterizan por estar sostenidas de pilares de confianza, incluso en ausencia de una de las partes. Un niño pequeño, establece un apego sano cuando la falta de uno de sus progenitores no supone una muestra de abandono, cuando se regula emocionalmente ante la negativa, cuando su comportamiento, incluso limitándose necesariamente en algunas situaciones, se moldea y adapta a lo establecido.
Hemos mantenido durante años la necesidad de “estar” por encima de cualquier circunstancia. Los buenos amigos no pueden faltar en ningún momento, las buenas personas están SIEMPRE. Una buena relación es aquella que abre las puertas de su intimidad absoluta, no tiene ausencias, no hay faltas, se entrega sin límite, por encima de posibilidades o circunstancias. Por supuesto, todo esto, era un gran error.
No podemos obligarnos a estar y entregar por encima de nuestras posibilidades, no es bueno crear una sinergia de necesidades, las raciones en extremo sobrepasan, te hacen daño a ti mismo y al otro.
Solemos anticipar negativamente las consecuencias de la imposición de límites en nuestras relaciones, de establecer un NO cuando sea necesario, sin darnos cuenta de que el mayor prejuicio ante las consecuencias, lo tenemos nosotros, el mayor miedo a fallar, y a no dar la talla está EN TI.
Cuando sabemos limitar, construimos respeto, nos cuidamos y cuidamos a los demás.
Decir “te quiero, pero hoy no puedo”, “te apoyo, pero hoy necesito mi espacio”,
saber hasta dónde debemos llegar, que línea cruzar, es esencial para dibujar relaciones bellas, relaciones sanas, que brillan aún con ausencias.
Establecer límites son muestras de amor al otro. Familia, amigos, compañeros, pareja, son señales para trazar un camino sano hacia ti mismo, un camino hacia tu mejor versión, para disfrutar con libertad de la relación.
Te quiero, aunque no estés y valoro tu presencia. No exijo, complemento. No obligo, disfruto.
Saber dar las dosis exactas exime de exigencias y ayuda al otro a no desarrollar necesidades. El amor en todas sus formas es estar libre sin necesitar, es elegir sin presionar.
Que no asuste defraudar, que no temamos al conflicto y sus malas caras, que no tengamos miedo a perder. Recuerda que, la ausencia de límites abre la puerta a la falta de respeto a uno mismo y a los demás.
¿Quieres tener un concepto de ti mismo potente y rodearte de relaciones sanas?, aprende a decir no con amor.
Lourdes Marín Psicología.
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