Gestión emocional en el reto de educar.

Tú puedes transformar su vida.

Hemos llegado a creer que una persona es“inteligente” si tiene títulos académicos o una gran capacidad en alguna disciplina escolástica (matemáticas, ciencia, vocabulario…). Pero los hospitales psiquiátricos están atiborrados de pacientes con esas credenciales. El verdadero barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva, vivida cada día y cada momento de cada día. 

Dr. Wyan Dyer 

Cuando llegamos a este mundo, no venimos con un manual de instrucciones, muchos de los problemas de adultos se deben a la falta de regulación de las emociones desde niños, algo que no se nos enseña en la escuela y tampoco en los grados de magisterio. A los profesores no los forman en la gestión de las emociones, imprescindible para el desarrollo de los más pequeños.

Es de vital importancia que los futuros educadores y padres aprendan a entender y gestionar sus propias emociones para que sean capaces de guiar a los niños en este cometido.

“Inteligencia”, significa capacidad de entender o comprender y Este miniEbook desea concienciar acerca de la importancia de la educación emocional, los beneficios que comporta desarrollar la comprensión de uno mismo, cómo ser consciente de nuestras emociones para poder actuar en consecuencia y de la forma más satisfactoria, aquella que nos permita disfrutar de las experiencias propias y nos capacite para entender mejor a quienes nos rodean.

¿Te has parado a pensar en lo que piensas?, ¿en cómo influyen en ti tus pensamientos?, ¿lo que expresas o lo que callas?, ¿Cómo pensamientos no expresados pueden convertirse en lastres para tu vida?

Los pensamientos son los guías de tus actos:
“Eres lo que piensas y tal y como piensas actúas”
¿Te das cuenta entonces de su importancia?

Da igual tu profesión, tu estado civil o tu condición sexual, saber gestionarlos es de vital importancia en el arte de ser feliz, al igual que aprender a expresarlos de manera adecuada y adaptada a interlocutores y circunstancias es la mejor manera de alcanzar los objetivos deseados.

Desarrollar tu inteligencia emocional para poder transmitírsela a tus hijos o alumnos es tomar la decisión acertada de embarcarte en un viaje cuyo destino es una vida saludable y libre que rompe las cadenas de la esclavitud de nuestras emociones, un trayecto consentido que te conducirá a ti y a ellos hasta donde queráis llegar.

“Las emociones no hay que reprimirlas sino reconocerlas, aceptarlas y expresarlas”

Es frecuente y en la mayoría de los casos por falta de tiempo, inducir a los niños a evitar sentir ciertas cosas, esta acción conduce a formar personas acostumbradas a no pensar, a no reflexionar o no enfrentarse a las circunstancias y por tanto a ser esclavos de sus emociones.

Te suena eso de:

-Mamá tengo miedo.

-Pero no tienes que tener miedo.

-Es que tengo miedo.

-¿Miedo de que? No llores, no tienes que tener miedo.

-¿Pero por qué?, yo tengo miedo.

-Porque es una tontería, vale ya.

Ser padres o profesores conlleva una grandiosa responsabilidad que implica lidiar con infinidad de dilemas. Lo que es cierto es que no existen los progenitores ni docentes perfectos, pero ¡¡¡enhorabuena!!! Si has llegado hasta aquí es porque consciente o inconscientemente quieres hacerlo mejor. Así que ¡felicidades! sólo por el hecho de planteártelo eres un buen ejemplo. La mejor herramienta para desarrollar su Inteligencia Emocional es tu conducta. 

El ejemplo dado generalmente suele ser lo más efectivo.

Tú puedes hacer mucho para desarrollar su Inteligencia Emocional, es más sencillo de lo que parece. Los cambios adecuados, por pequeños que parezcan influirán y fomentarán su educación.

Sin educación emocional cuando el niño llega a la vida adulta tiene barreras, dificultades para adaptarse tanto al ámbito laboral como a las relaciones personales.

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