Jorge Hernández (Huelva, 1973)
A lo largo de su carrera, ha recurrido a la apropiación de imágenes fotográficas y cinematográficas para producir nuevos contextos narrativos. Su interés reside en alimentar la organización perceptiva del espectador. Todos somos capaces de captar las diferencias y lo que nos resulta extraño. Registramos aquello que nos llama la atención, a través de distinciones, de compararlo con lo conocido. Somos conscientes de las diferencias porque atesoramos un conocimiento y experiencia previos.
La inclusión deliberada de elementos desconcertantes, irónicos e inesperados, subraya su aproximación pictórica al surrealismo. Su desafío es sintetizar la imaginación y la experiencia vital de personajes anónimos en un contexto extraordinario, dejando abierta la interpretación de la pintura para que el público reaccione de forma activa, utilizando las figuras y sus pormenores para sucesivas e inmediatas lecturas. Para reclamar la primera atención hace uso de una luz directa, colores saturados, resina y proporciones alteradas. Más tarde, llega la reflexión y los inevitables recuerdos. Las historias o situaciones que, a priori, pueden parecer inconexas, están rebosantes de elementos visuales y emocionales para construir un vínculo entre el espacio y el tiempo de forma artificiosa, con personajes de estéticas pasadas para que lo imposible llegue a ser lo más certero. Deducimos escenas totalmente ficticias, pero tenemos que ser cuidadosos, porque el análisis de sus representaciones pasa por detenerse en los pequeños detalles que rodean a los personajes. De esta forma, constatamos que nada es lo que parece a simple vista. En realidad, oteamos una pantalla «virtual» poco inocente. Quizás, como Hernández sugiere, la actualidad de las relaciones personales se perfila como un cuadro cubierto de resina brillante atestado de juegos simbólicos y alteraciones cognitivas.
De su última exposición individual en la Galería My name´s Lolita Art de Madrid rescatamos este texto:
Cars and Girls es el título de una famosa canción que en 1988 lanzó a la fama al grupo británico llamado Prefab Sprout. La canción es una crítica a Bruce Springsteen y la limitada subjetividad percibida en sus canciones. McAloon, líder de la banda, sugirió que la percepción que Springsteen tiene del mundo es demasiado restrictiva, y que «algunas cosas lastiman más, mucho más, que los coches y las chicas».
A pesar de la pretendida crítica, el tema llegó a formar parte, irónicamente, del conjunto de canciones relacionadas con la pasión de viajar al volante y soñar con chicas guapas. Es algo paradójico.
Revisando la iconografía de los trabajos de Jorge Hernández, quizá podamos alcanzar a adivinar un caso similar. Donde aparecen mujeres, coches y carreteras el espectador puede, fácilmente, tomar a la ligera el significado, pero no se dejen llevar por la primera impresión. Donde aparecen vehículos debemos pensar que son máquinas para transportarse, para huir, medios de evasión, paradigmas de la libertad, hogares fugaces. En la famosa película de Steven Soderbergh, «Sexo,mentiras y cintas de vídeo», uno de los protagonistas, Graham, comenta acerca de la necesidad de tener un vehículo propio: No, es sólo que…tú sabes, sólo creo que ahora tengo una llave y todo lo que es mío está en el coche, a mí me gusta. ¿Sabes?, si consigo un apartamento, son dos llaves. Si consigo un trabajo, tendré que cerrar y abrir, y son más llaves. Compro cosas, tengo miedo de que me las roben o algo y pongo más cerraduras y eso son más llaves. Tú sabes, me gusta tener una sola llave, es más limpio.
Todo lo que posee está en su coche, Graham no quiere ataduras.«Hay que poder moverse, por si tienes que ir corriendo a alguna parte», nos advierte.
Las chicas, como ocurre con los coches, adquieren connotaciones inherentes al ser humano. Son reflejos de inquietudes, de comportamientos, de respuestas, de preguntas. ¿Qué da sentido al camino como cuando éramos jóvenes? Nos cuestiona Prefab Sprout en su famosa canción. Las chicas son las protagonistas de una exposición que nos introduce hacia temas tan poco banales como el problema del cambio climático, la ausencia de igualdad de género o las innecesarias necesidades creadas por nuestra sociedad actual.
En cuanto al aspecto formal, la cinematografía sigue constante en su trabajo pero, como ya ocurriera en la anterior exposición individual «El Filibustero», la aparición de las redes sociales toma protagonismo. Fusionar, en esta ocasión, los «screenshots» realizados en Instagram con el lenguaje narrativo del séptimo arte ayuda a tratar de convertir a verdaderos desconocidos en principales protagonistas de una obra de arte. Hay cosas en Cars and Girls que, verdaderamente, significan más, mucho más, de lo que parece.
Trayectoria Artística.
En cuanto a su trayectoria artística, Jorge Hernández ha sido galardonado en infinidad de Certámenes Nacionales de pintura. Sus obras se muestran en ferias Nacionales e Internacionales, representado por Galerías muy consolidadas en el panorama artístico y forman parte de importantes colecciones públicas y privadas.
Web: Jorge Hernández
Instagram: pintorjorgehernandez
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