Violeta Gill

Obra original de la portada. Título: Misery´s flowing us. Técnica: acrílico sobre tabla. Medidas: 30×15 cm.
Portada NJOY febredo 2021

Violeta Gill. Huelva, 1985.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, promoción 2011. Especializada en pintura, ha presentado su obra en exposiciones individuales y colectivas en lugares de Andalucía como Huelva, Sevilla y Málaga.

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Playa

En toda práctica pictórica se produce, irremediablemente, consciente o inconscientemente, una canalización introspectiva del que la lleva a cabo. La pintura sustenta la capacidad de atravesar aquellos entresijos alojados en la profundidad del ser y comprenderlos en su esencia matérica, o lo que es lo mismo, traducirlos a través de su materialización. Violeta Gill, desde 2019 empieza a, no sólo tomar conciencia de esa naturaleza indómita de la pintura, sino a aliarse a ella, concurriendo en ese periplo hacia la desnudez de su propia intimidad.

En esta liberación y legitimización de la pintura, Violeta Gill, desembarca en el territorio de lo íntimo, de lo introspectivo. Un territorio donde la oscuridad invade el espacio, no con la premisa de ocultar,  sino de provocar un escenario en el que la figura se describe a través de la articulación provocada por la relación luz-oscuridad. Un marco dramático, teatral, en el que la tensión no sólo vincula a los componentes de la escena, sino que esta es trascendida a través de “lo misterioso”.

Hay sutiles, aunque sustanciales, diferencias entre los significados de lo desconocido, lo misterioso y lo enigmático. Lo desconocido alude a aquello que es incomprendido que se postra ante mí en su totalidad. Si hablamos de lo misterioso aludimos a aquello que es incomprendido pero de lo cual formo y tomo parte. Por último, si nos referimos a lo enigmático, aludimos a aquello que es incomprendido pero también insoluble, cuya incomprensión no puedo salvar. 

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En la obra de Gill, en ese escenario erigido sobre la desnudez de su intimidad, lo desconocido se manifiesta como misterioso. Es decir, la artista provoca que lo que antes era algo desconocido para el espectador, y por tanto íntegramente ajeno a este, se reconstruya a través de la pintura en algo misterioso, algo desconocido pero de lo que el espectador ya forma parte.

Definitivamente, es esa tensión despertada por el misterio la que, no sólo vincula entre sí a los actores que son revelados en las escenas propuestas por la artista, sino que, también es la que consigue desconcertar la mirada del espectador, haciéndole partícipe de las mismas, separándolo de su papel pasivo y convirtiéndolo en actor. Un complejo proceso de ida y vuelta, de introspección y materialización, que culmina con la trascendencia de la pintura como vehículo entre la inherencia racional y emocional de Violeta Gill y el espectador.

Guillermo Amaya Brenes

Instagram: Violetagill_

Facebook: Violeta Gill Diez

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