Existen artistas que mantienen un poderoso status inamovible en la conciencia colectiva. Son artistas con muchísima personalidad, con lenguaje propio que los hace absolutamente reconocibles y que, además, son autores que sirven de referencia para otros muchos.
El arte es un ente en constante redescubrimiento, en permanente transformación, redefiniendo sus esquemas y avanzando desde unos registros absolutamente consolidados. Por eso, es normal las evocaciones, las variaciones sobre temas de estructuras contundentemente definidas y tenidas como modelos para armar.
La obra de Alejandro Quincoces es de esas que sirven para saber dónde mirar con objeto de extraer lo mejor. Es y ha sido espejo para muchos que no sólo han extraído el concepto sino también la más pura esencia formal y plástica.
La pintura de Alejandro Quincoces desentraña los mejores episodios de una figuración bien situada en los parámetros de un expresionismo que deja entrever los ritmos envolventes de la propia dimensión artística.
Fragmento del Diario de Cádiz. Por Bernado Palomo
NJOY Art
Se el primero en comentar