Desde la infancia mostré interés por la imagen, por las artes plásticas, la fotografía y el cine, tres áreas que he tratado de manera recurrente a lo largo de mi vida.
Mi primer contacto fue una antiquísima cámara que tenía mi abuelo Antonio, nada menos que una Brownie Camera de Kodak que el señor George Eastman comercializaba como la primera cámara de aficionado a principios del siglo XX. Y un proyector NIC, el antecesor del famoso Cinexin, con ese encantador y rudimentario aparato me mandaban a los trasteros a pasar las horas de la siesta para que no molestara.
Siguiendo en el siglo pasado, pero más cercano, en mi adolescencia, un amigo me dejo durante una semana la mítica Nikon F1 y la disfruté enormemente haciéndole fotos a mi entonces novia, que es una temática clásica de iniciación, y a todo lo que pude. Esa semana fue definitiva para entender cuál sería mi afición y profesión más tarde.
Después de eso le pedí a mi padre que me comprara una cámara y me dijo que no, con lo cual me puse a trabajar en bares para poder financiármela. Esto lo cuento por explicar como una cosa te lleva a otra, en mi periplo por bares y como posterior Disc-Jockey conocí y me puso en contacto con gente fundamental en mi vida.
Finalmente me compré una Olympus OM-2, una gran cámara, y aprendí revelado, positivado y la técnica de la fotografía analógica. Mi cuarto oscuro en el trastero (de nuevo) y muchas experiencias más. He hecho de todo: Foto periodismo, exposiciones, videoarte, moda, encargos industriales, documentación para publicaciones, viajes, catálogos…
Mi primer trabajo periodístico fue para el “diario ABC”, fue cubrir el robo de columnas de mármol romanas de palacetes sevillanos antiguos, me dieron dos duros y estuve escondido durante un mes amenazado por el clan que las robaba. Otra experiencia frustrante fue un encargo de hacer una foto de la entrega de llaves de un coche que se sorteaba por una empresa a nivel nacional en cada capital de provincia. Con el tradicional, “esto es por echarte una mano, pero igual lo hace mi hijo o mi hermano” me dieron una miseria y después resulto que las fotos que hice ilustraron una publicidad de una página completa del periódico “El País”. Estas experiencias me demostraron lo difícil que era dedicarse a esto profesionalmente
Me fui a Madrid y me licencié en “Ciencias de la Información” en la Universidad Complutense, pero lo mejor es que coincidió con la época de la Movida, concretamente de 1982 a 1988. Aparte de pasármelo fantásticamente, hice de todo. Mientras estudiaba trabajé en muchas cosas y como Fotógrafo periodístico, artístico, y comercial. Para Interviú, revistas y magazines musicales, las míticas La Luna de Madrid y Madrid Me Mata, Sur Express… Exposiciones individuales y colectivas (Canal Córneo, Sala del Monte-Sevilla, canal de Isabel II-Madrid…) Moda (Antonio Alvarado, Modesto lomba, Noseque…). Videocreación; perteneciente al colectivo “Coctail” desarrollando trabajos en monocanal y videoinstalación.
Con el arte siempre he tenido una relación muy estrecha, pues soy muy amigo de muchos artistas, sobre todo los del boom andaluz de los años 80’s. Fui el fotógrafo de la mítica revista “Figura”, que era la publicación de aquel movimiento. Me hice con una cámara Sinar de placas de 9X12, le trabajaba a galerías para los catálogos y archivo, y hacia retrato de sus artistas. Galería la Máquina Española, Fucares, Fernando Vijande… También me permitió tener una modesta pero curiosa colección de arte, fruto de intercambio y regalos de amistad. Fue muy bonita la relación con el colectivo Fridor de Sevilla, escueta pero muy significativa.
En 1988, terminada la carrera y la Movida, mi vida da un vuelco y me vuelvo a Sevilla y me enmarco en el cine, formando parte del desarrollo del sector audiovisual andaluz siendo director de Producción de la Productora Andaluza de Programas y responsable del Dpto. Audiovisual en la Empresa Pública de Gestión de Programas Culturales de la Consejería de Cultura-Junta de Andalucía. Subdirector y posteriormente director de la Fundación Audiovisual de Andalucía de la RTVA (Radio y Televisión de Andalucía). Subdirector de la Andalucía Film Commission. Director del Festival de Cine Iberoamericano de Huelva por ocho años (2006-2013). Director del Almería western Film Festival (AWFF), Etc.
La fotografía analógica la abandono, porque no tengo tiempo, y me salto los primeros años de la fotografía digital, pues da muy poca calidad, aunque la calidad formal me ha importado muy poco en las fotografías de expresión artística. La fotografía la recupero comprándome unas primeras cámaras Sony de aceptable calidad, y digo mal recupero, cuando en realidad el que ha sido fotógrafo nunca pierde ya la visión fotográfica.
En la actualidad soy autónomo. Miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión. Miembro de ASECAN (Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía). Miembro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España y Miembro de la Academia de Cine de Andalucía. Asesor en Spain Film Commission y en preproducción de varios proyectos documentales. He dirigido 5 documentales sobre la historia del cine independiente en Andalucía de los años 70’s a los 2000’s.
Para mí, actualmente, la fotografía supone una salida accesible y posible de expresarme. Tengo muy presente la máxima de Ansel Adams, o mejor dicho no la tengo presente, pues forma parte de mí de manera natural:
“Un fotógrafo no hace una foto solo con su cámara, también con los libros que ha leído, ¡las películas que ha visto, los viajes que ha hecho, las músicas que ha escuchado y las personas que ha amado!”
Comulgo con los principios de la pos-fotografía, ya no me interesa la fotografía como objeto de exposición tal cual. Además, muy rara vez me sorprendo, pues creo que todo se ha hecho ya o mejor dicho todo me recuerda a algo visto.
Para mí la fotografía actual tiene tres funciones: La puramente documental (ilustrativa y práctica), la divulgativa (que básicamente o exclusivamente se muestra en redes sociales) y la creativa (que nunca es una foto enmarcada tal cual, siempre es un elemento tratado, sacado de contexto, seriado, manipulado o junto a otros, a veces en colaboración o no).
Actualmente, y hace mucho, me interesa la fotografía como la conformación del ideograma. Inspirado en las teorías de Serguéi Eisenstein sobre el montaje cinematográfico o de atracciones que a su vez lo localiza en la esencia del teatro Kabuki:
Poner en valor todos los aspectos de los fragmentos y anteponer el conflicto entre ellos a un plano más intelectual cargado de referencias culturales, que pueden ser o no reconocibles pero que funcionan de manera consciente o subconsciente en la asimilación del mensaje, que es el fin último de toda obra.
Hoy en día, todos o la mayoría llevamos una buena cámara en el bolsillo. Me lamento de todas las maravillosas fotos que no pude hacer por no tener la cámara a mano. Lo más difícil ahora es elegir y seleccionar entre todo lo que es posible o se tiene, ya todo está ahí, el fotógrafo es el que elige.
NJOY Art!
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