GRAFFITI: Sfhir

Obra original de la portada
Portada Njoy mayo 2025

Hugo Lomas (Madrid, 1980), más conocido por “Sfhir” (su nombre de guerra en el circuito del arte urbano), es un artista urbano que transforma ciudades y despierta conciencias. 

En un mundo donde el gris del hormigón y la publicidad parecen dominar el paisaje urbano, surge una figura que desafía esa monotonía y convierte las calles en lienzos de reflexión y belleza. Con una trayectoria marcada por obras impactantes, mensajes profundos y una filosofía de libertad y compromiso social, este artista madrileño ha demostrado que el muralismo puede ser mucho más que decoración: es una herramienta de resistencia, cambio y expresión.

De las calles a la fama internacional

Todo comenzó en su adolescencia, cuando a los 13 años descubrió el grafiti durante unas vacaciones. Fascinado por su carácter rebelde y libre, Hugo empezó a experimentar en las calles de Madrid, influenciado por el grafiti neoyorquino de los 70 y 80. A lo largo de los años, su pasión por el arte urbano fue creciendo, y su talento lo llevó a participar en eventos como la Gala RAC en el Museo Reina Sofía en 2013, donde su creatividad fue reconocida en un escenario de arte institucional.

Su obra más famosa, La violonchelista, pintada en un edificio de nueve plantas en Fene, A Coruña, le valió el título de Mejor Mural del Mundo en 2023. Gracias a una técnica de anamorfosis, el mural cobra vida cuando la luz del edificio se combina con la pintura, creando una ilusión óptica que sorprende y emociona a quienes lo ven. La obra no solo embellece el espacio, sino que también rinde homenaje a la música y a la memoria de un centro social emblemático para la comunidad.

El arte como acto de resistencia y reflexión

Para Sfhir, cada mural es un acto de resistencia y libertad. Sus obras abordan temas sociales, ambientales y culturales, buscando generar conciencia y provocar reflexión. Desde denunciar la contaminación de los océanos con un niño pescando plástico, hasta explorar el universo interior de las personas a través de máscaras, su arte invita a cuestionar y a pensar más allá de lo superficial.

Su compromiso con la sostenibilidad se refleja en su proceso creativo: reutiliza materiales, emplea pinturas al agua y busca reducir su impacto ecológico. Además, ha llevado su mensaje más allá de las fronteras españolas, participando en festivales internacionales y colaborando con artistas de todo el mundo, siempre promoviendo la colaboración y el apoyo mutuo en el mundo del arte urbano.

“Más que competir, prefiero colaborar; el apoyo mutuo y el aprendizaje que obtenemos unos de otros tienen un valor incalculable”

Esta filosofía colaborativa ha sido clave para que Sfhir siga ampliando los límites del arte urbano, promoviendo un ambiente de apoyo entre artistas y llevando su mensaje de sostenibilidad, justicia social y libertad creativa a nuevas audiencias.  

Un espacio para todos: la 95 Gallery

Consciente del poder del arte para democratizar el acceso y fomentar el diálogo, Hugo ha creado la 95 Gallery en Madrid, un espacio abierto y gratuito donde artistas y público pueden interactuar libremente. Para él, el arte debe ser accesible, plural y comprometido con la comunidad, rompiendo clichés y abriendo caminos para nuevas expresiones.

El arte como herramienta de cambio social

Sfhir no ve su trabajo solo como una forma de embellecer la ciudad, sino como una plataforma para reivindicar derechos, denunciar injusticias y promover la libertad de expresión. Sus murales dialogan con los transeúntes, invitándolos a reflexionar sobre temas como la justicia social, la censura o la protección del medio ambiente.

Su filosofía es clara: el arte urbano tiene un potencial subversivo que puede transformar espacios y mentes. Como él mismo dice, “el espacio público no es solo para ser visto, sino para ser sentido y experimentado”.

“Los grafiteros tenemos una gran responsabilidad, porque pintar un mural en la calle es el arte más público que existe. Es un canal de difusión enorme, expuesto a todas las miradas y, sin duda, logramos convertirlos en espacios más alegres”