Pues sí, señora, ya mismo llegan los Premios de la Academia, relucientes y cargaditos de ilusión y discrepancias, como siempre. Este año los tendremos a finales de marzo, concretamente el domingo 27, una fecha desacostumbrada cuyo motivo parece ser la coincidencia en el tiempo con las retransmisiones durante el mes de febrero de los Juegos Olímpicos de Invierno. Sea como fuere, la gala cinematográfica más importante del año está aquí y volverá, a buen seguro, a concitar los odios y las filias y fobias (especialmente estas) del público.
Al final, tras meses mareando la perdiz y ante la negativa de decenas de candidatos asustados legítimamente por una posible “ejecución” mediática, la Academia ha decidido recuperar la figura del presentador. Tras la nefasta experiencia de Kevin Hart en la gala de 2019 (recordarán el linchamiento al que fue sometido el cómico por unos chistes con poca gracia, pero insuficientes para ponerlo en la picota pública, a mi entender, y que lo llevaron a renunciar a la conducción de la gala), este año se experimenta por primera vez con una estructura en tres segmentos, cada uno de ellos dirigidos por las actrices Amy Schumer, Regina Hall y Wanda Sykes, respectivamente. Todas ellas son intérpretes de corte cómico y muy conocidas en EEUU, aunque a usted no le suenen demasiado.
El mayor motivo de disensión en relación con la organización de la gala este año es la decisión de prescindir de la retransmisión de algunos premios considerados “menores”, tales como mejor cortometraje documental, montaje, maquillaje y peluquería, música original, diseño de producción, cortometraje animado, cortometraje de acción en vivo y sonido. La gente del cine se ha manifestado en contra de esta disposición de la organización de la gala. Guillermo del Toro, por poner un ejemplo significativo, ha criticado en términos nada equidistantes la ausencia de estas categorías de la retransmisión, recordando que “hacemos las películas juntos, y la gente las hace con nosotros. Arriesgan todo y hacen milagros cada día”. La falta de respeto injustificable que demuestra la Academia al no valorar aspectos axiales del cine como el montaje (el alma de una película) es absolutamente indigna de la más importante entrega de premios cinematográficos del planeta. Una mala decisión.
Pero, pelillos a la mar… a Hollywood se lo perdonamos todo, ¿verdad? Al final del día, nos dejaremos cegar por el brillo de la alfombra roja y el relumbrón de las estrellas galardonadas. En Twitter, Instagram y Facebook la gente se liará a guantazos por todo, desde la ausencia de diversidad hasta la raja de la falda de alguna actriz, pasando por todo lo humano y lo divino. Lo habitual de los últimos tiempos.
Una novedad que se pone en práctica en esta nonagésima cuarta edición será premiar a la película favorita del público. Bajo el hashtag #oscarfanfavorite la gente podrá votar a su película favorita de 2021. Según lo que se cuece por las redes, lo más seguro es que Spiderman: no way home se lleve el galardón. Lo cierto será que podremos comprobar las enormes diferencias de criterio entre los Académicos y el público en general, algo que se pondrá en evidencia en el momento de las votaciones, denlo por seguro.
En este número especial dedicado a los Oscar, analizaremos brevemente las candidaturas de las siete categorías consideradas más relevantes, especulando, si me lo permiten, con los posibles resultados en la gala cinematográfica más importante del año.
MEJOR PELÍCULA
Hace varios años, la Academia decidió elevar la criba de las mejores películas a 10, ampliando así las opciones. A mí me parece una buena idea que –según creo—funcionaría a buen nivel con el resto de las categorías principales, dando así visibilidad y voz al trabajo de más profesionales: ¿por qué no 10 actores o diez directores? A mayor número de nominados, mayores oportunidades para el cine independiente y de bajo presupuesto que, lamentablemente, no suelen disponer de demasiado espacio en los premios de la Academia.
Las apuestas están a favor de El poder del perro, de Jane Campion, producida por Netflix y Belfast, de Kenneth Branagh, aunque Spielberg y su West Side Story o incluso el Dune, de Dennis Villeneuve andan también por ahí. A destacar, por supuesto, el posible impacto en los académicos de Drive my car, una cinta japonesa que ha concitado el aplauso de la crítica. Le puede pesar el Oscar a Parásitos de hace dos años, aunque también abriría la puerta a galardonar a Japón, un país con muy poca presencia en los Oscar. Pero, de todas formas, reservemos un espacio para la sorpresa, que suele haberla y de las gordas. Aquí vienen las nominadas:
MEJOR DIRECCIÓN
La nómina de este año es espectacular. Estoy seguro de que las votaciones van a estar muy reñidas. Parece que Jane Campion tiene todas las papeletas para ganar por su excepcional trabajo visual en El poder del perro, pero como ya hemos comentado anteriormente, en Hollywood nunca se sabe. Paul Thomas Anderson aparece un poco tapado por el relumbrón de otros nominados y podría dar la sorpresa. Desde luego, su Licorice Pizza es una delicia. Kenneth Branagh y su delicado blanco y negro ambientado en Belfast también cuenta con bastantes opciones. No creo que mi adorado Spielberg lo consiga esta vez, pero agradezco a la Academia el detalle de incluir en el bombo su monumental trabajo de revisión del clásico inmortal West Side Story. Y, como siempre, nos queda la opción de apostar por el elemento exótico encarnado en el japonés Ryusuke Hamaguchi, cuyo trabajo tras la cámara tiene a todos los críticos hablando maravillas (excepto a Carlos Boyero, que ya habló de la película del japonés en términos poco halagüeños). Yo voy a ser poco original y apostaré por la extraña y visualmente extraordinaria El poder del perro de Jane Campion, pese a que reconozco haber tenido dificultades para engancharme al entusiasmo que despertó en su estreno en Netflix.
- Paul Thomas Anderson por Licorice Pizza
- Kenneth Branagh por Belfast
- Jane Campion por El poder del perro
- Ryusuke Hamaguchi por Drive my car
- Steven Spielberg por West Side Story
MEJOR ACTOR PROTAGONISTA
En esta categoría no puedo ser imparcial por dos motivos: creo que Javier Bardem es el mejor actor del mundo en este momento y, además, es español, con lo que mi corazoncito se desliza hacia mi paisano. Su trabajo en Being the Ricardos es monumental, como casi siempre. Y si no hubiera sido por esta película, la Academia debería haberlo nominado por su trabajo en El buen patrón, en la que literalmente se sale de la pantalla. Ojalá lo gane, pero lo dudo mucho: ya tiene en su poder un premio y no creo que vaya a sonar la flauta en esta ocasión. Una pena, se lo aseguro.
Mi favorito es Andrew Garfield. Su trabajo como el dramaturgo Jonathan Larson en tick, tick…boom! es extraordinario y uno de esos papeles de “once in a lifetime”, como dicen los americanos: una vez en la vida. Con esta interpretación, Garfield se afianza como el gran actor que se anunciaba detrás de las mallas de Spiderman. Will Smith también suena con fuerza como el padre de las hermanas Williams en El método Williams. Menos han dado que hablar Denzel Washington y Benedict Cumberbatch, pero pueden dar la sorpresa en cualquier instante.
- Andrew Garfield por tick, tick…boom!
- Javier Bardem por Being the Ricardos
- Will Smith por El método Williams
- Denzel Washington por Macbeth
- Benedict Cumberbatch por El poder del perro
MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA
Entre las señoras hay actrices de sobra conocidas por los académicos, como Olivia Colman, Nicole Kidman o Penélope Cruz que ya tienen su estatuilla en casa. Jessica Chastain y Kristen Stewart disponen este año de la posibilidad de recibir el Oscar por primera vez. Cualquiera de ellas dignificará un premio que se me antoja muy difícil. No veo este año a Penélope como ganadora, aunque todo puede ocurrir. Lo que es indiscutible es su calidad interpretativa, a veces mejor valorada fuera de nuestras fronteras. Nicole Kidman está soberbia en su caracterización de Lucille Ball y Olivia Colman es como Javier Bardem: está espectacular siempre, haga lo que haga. Sin embargo, a mí me gustaría mucho ver a Kristen Stewart llevarse el Oscar por su papel como lady Di en Spencer. Su trabajo está lleno de matices y contención, ideal para su retrato personal y acertado de Diana Spencer.
Seré feliz con quien se lleve la estatuilla al final: no creo que nadie pueda criticar el trabajo de ninguna de ellas.
- Olivia Colman por La hija oscura
- Penélope Cruz por Madres paralelas
- Jessica Chastain por Los ojos de Tammy Faye
- Nicole Kidman por Being the Ricardos
- Kristen Stewart por Spencer
MEJOR ACTOR DE REPARTO
En esta categoría suele haber gratificantes sorpresas. Muchos de los premiados en años anteriores llevaban a cabo trabajos inconmensurables, mejores, en la mayoría de los casos, que sus compañeros protagonistas, como JK Simmons en Whiplash, película por la que se llevó el Oscar en 2015. Este extraordinario actor vuelve a estar nominado, en esta ocasión por Being the Ricardos. Si fuera guapo, ya tendría 10 Oscar. Pero no lo es y debe dar lecciones de interpretación desde papeles secundarios a los que dota de humanidad y complejidad en los matices. Es mi favorito siempre. También es reseñable la presencia de Jesse Plemons y el joven Kodi Smit, ambos por El poder del perro. Plemons, un buen actor con una carrera muy sólida en EEUU, pero poco conocido en nuestras fronteras (aunque quizás te suene por ser “ese que se parece un poco a Matt Damon, pero algo más rellenito”), comparte nominación este año con su mujer, Kirsten Dunst, también nominada por la misma película.
Pero mi apuesta este año es Ciarán Hinds, otro de esos actores solventes, con amplia gama de registros y fiables; capaces de decir con una mirada más que otros con diez líneas de texto. En Belfast está brillante, humano, y le da, además, un toque cómico a una historia que habla de cuestiones tan graves como el conflicto independentista en el corazón de Irlanda del Norte.
- Jesse Plemons por El poder del perro
- Kodi Smit-McPhee por El poder del perro
- JK Simmons por Being the Ricardos
- Ciarán Hinds por Belfast
- Troy Kotsur por CODA
MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Al igual que en el terreno masculino, algunas de las nominadas en esta categoría a lo largo de los años, han desarrollado trabajos soberbios, desgarradores, luminosos; de mayor envergadura, en muchas ocasiones, que el desplegado por sus partenaires protagonistas. Recordado es el caso de la inmensa Judi Dench, quien en 1998 se llevó el Oscar a la mejor actriz de reparto con su intervención de solo ocho minutos en Shakespeare in love. Este año vuelve a estar nominada, y será su séptima vez, por su trabajo en Belfast dando vida a la abuela del niño protagonista. Kirsten Dunst ha sido nominada por El poder del perro y su nombre suena con fuerza. Con una carrera irregular, pero muy valiente, Dunst tiene este año una oportunidad inigualable para ver recompensado su trabajo por los académicos. La sorpresa podría venir acompañando a alguna de las tres actrices que completan la selección de nominadas, mucho menos conocidas por el gran público, especialmente Jessie Buckley, una actriz irlandesa de quien se destaca su excepcional trabajo en La hija oscura.
- Judi Dench por Belfast
- Jesse Buckley por La hija oscura
- Kirsten Dunst por El poder del perro
- Aunjanue Ellis por El método Williams
- Ariana DeBose por West Side Story
MEJOR GUIÓN ORIGINAL
El territorio de la escritura y la estructuración de la trama en torno a unos diálogos, ha dado grandes alegrías (y varias decepciones) en los últimos años. Recuerden el regocijo con el que celebramos el Oscar en 2003 a Pedro Almodóvar por la escritura limpia y profunda de Hable con ella, o las satisfacciones que nos han dado gente como Woody Allen o Quentin Tarantino. Este año, el premio al mejor guion original tiene un claro favorito en la persona de Kenneth Branagh, pero Paul Thomas Anderson podría pasarlo por la derecha con el guion de su Licorice Pizza, una película que gira alrededor de la pérdida de la inocencia y la entrada en el mundo adulto, escrita desde la luminosidad y la extrañeza propias de Anderson. Mi apuesta personal se desplaza más hacia Branagh, ya que Hollywood suele desdeñar el cine sin complejos y feliz que encarna Licorice Pizza.
Pero cuidado con La peor persona del mundo, la cinta noruega nominada a mejor película internacional y que podría dar la sorpresa al “estilo Benigni” y llevarse ambos premios (película internacional y guion original) a la tierra de los fiordos.
- Kenneth Branagh por ‘Belfast’
- Adam McKay y David Sirota por ‘No mires arriba’
- Zach Baylin por ‘El método Williams’
- Paul Thomas Anderson por ‘Licorice Pizza’
- Joachim Trier y Eskil Vogt por ‘La peor persona del mundo’
Así que prepárense para lo de todos los años: decepciones, alegrías, emoción, aburrimiento, furores virtuales por Twitter, Instagram, etc., comentarios sobre los modelos elegidos para la gala, diversidad o falta de ella… lo de siempre. Los Oscar, al fin y al cabo, son como ese amigo que siempre te cuenta el mismo chiste: te lo sabes de memoria y sabes que no tiene mucha gracia, pero es tu amigo… y a los amigos se les quiere tal y como son, ¿no?
Jesús González Francisco.
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